¿Cuáles fueron las causas del descontento contra el gobierno de Porfirio Díaz?

Fueron varias las causas del descontento contra el gobierno de Porfirio Díaz, en particular durante su última etapa (a partir de 1904):

• La falta de libertad política, manifestada en el control absoluto que Porfirio Díaz ejercía tanto a nivel nacional como al nivel de los Estados federales. Díaz imponía los candidatos a gobernadores, diputados y senadores en cada elección. Él mismo fue reelegido de manera sucesiva como presidente de México, pese a haber llegado al poder combatiendo la reelección presidencial de Manuel Lerdo de Tejada, en 1876.
• La persecución a los opositores políticos que no se avenían a los intereses de Díaz, muchos de los cuales fueron encarcelados y torturados.
• La ausencia de libertad de expresión, al punto de que ningún diario o publicación podía expresar ideas contrarias al gobierno sin correr el riesgo de ser clausurado.
• La represión de toda forma de protesta contra las políticas del gobierno, como se puso en evidencia en la represión a los trabajadores de las minas La Cananea, en 1906, y de Río Blanco, en 1907, cuando estos se declararon en huelga, y en la matanza y deportación de los yaquis del Yucatán en 1902, que se rebelaron contra el gobierno federal.
• El despojo de los campesinos e indígenas de sus tierras, muchas de las cuales fueron adquiridas por compañías extranjeras, gracias a una serie de modificaciones legislativas.
• La pobreza en la que vivían sumidos vastos sectores de la población, pese al crecimiento económico experimentado en el país.

Porfirio Díaz Mori (1830-1915) fue un militar y político mexicano. Durante la Guerra de Reforma (1858-1861) –un conflicto civil que enfrentó a los liberales y conservadores– combatió en el bando liberal. También apoyó a este sector durante la intervención francesa (1862-1867), cuando luchó contra las tropas del emperador Maximiliano y logró tomar la ciudad de México, entonces en manos del gobierno imperial.

En 1876, se rebeló contra Manuel Lerdo de Tejada, quien pretendía ser reelecto como presidente de México. Una vez derrocado Lerdo de Tejada, Díaz fue elegido presidente por el período 1877-1880. Tras un paréntesis de cuatro años, en el que ocupó la presidencia Manuel González, compadre de Díaz, este fue reelecto como presidente en 1884. Gracias a diversas reformas legislativas fue reelecto sucesivamente, lo que le permitió mantenerse en el poder durante décadas.

Durante el período en el que ejerció el poder (conocido como porfirismo o porfiriato), Díaz instauró un régimen dictatorial, en el que se restringieron fuertemente las libertades políticas y muchos derechos civiles (como la libertad de expresión y el derecho de protesta).

Desde el punto de vista económico, durante el porfiriato se favorecieron las inversiones extranjeras, lo que hizo posible el desarrollo de la minería y la agricultura y la realización de grandes obras de infraestructura, como la expansión del ferrocarril; además, se sanearon las cuentas públicas y se afianzó el sistema bancario. Estas medidas, sin embargo, no redundaron en una mejora de las condiciones de vida de amplios sectores de la población, que continuaron sumidos en la extrema pobreza.

El régimen de Díaz finalizó en 1911, cuando se vio obligado a renunciar luego de que en noviembre de 1910 se produjeran una serie de levantamientos contra el gobierno. Estos levantamientos marcaron el inicio de la Revolución mexicana.