Invento una continuación para este diálogo. Uso comas y puntos donde corresponda:
Te atrapé, pequeña alimaña -dijo el león que despertó furioso. ¡Cómo te atreves a molestarme! ¡Te comeré!
Señor león, perdóneme y déjeme ir. Un ratón no es un bocado digno de usted. Estás de suerte, ratón. Seré clemente y te dejaré ir, pero antes...​

Invento una continuación para este diálogo, usando la puntuación correspondiente:

—Te atrapé, pequeña alimaña —dijo el león que despertó furioso—. ¡Cómo te atreves a molestarme! ¡Te comeré!

—Señor león, perdóneme y déjeme ir. Un ratón no es un bocado digno de usted.

—Estás de suerte, ratón. Seré clemente y te dejaré ir; pero antes tendrás que hacer que mi hambre desaparezca.

—Pero yo no puedo hacer eso, señor león, soy un simple ratón.

—Es la única opción que tienes para que no te coma a ti y seguir viviendo.

—¿Y cómo haré para saciar su hambre, señor león?

—Deberás ir al arroyo y hablar con el resto de los animales. Entre todos, deberán traerme una presa antes del anochecer. De no ser así, no solo te comeré a ti, sino que también saciaré mi hambre voraz con todo aquel animal que se cruce por mi territorio de acá en adelante.

El ratón se fue en dirección al arroyo, meditabundo, pensando de qué forma resolvería su problema, que ahora ya no era solo de él, sino de todos los animales de la selva.