Importancia de la alimentación

La alimentación es un requerimiento básico común a todos los seres vivos, mediante ella se obtienen los nutrientes necesarios para el normal crecimiento y desarrollo. La calidad de la alimentación es sumamente importante, pues es necesario incorporar diferentes tipos de nutrientes para lograr un funcionamiento armónico y equilibrado del organismo.

Es imprescindible alimentarse porque son los alimentos (ya transformados en nutrientes) los que cubren las demandas energéticas del cuerpo. Estos nutrientes son indispensables para mantener las estructuras corporales, así como también para regular los procesos metabólicos y prevenir enfermedades. Es muy importante una buena alimentación en la infancia y la adolescencia cuando el cuerpo está en pleno desarrollo físico y cognitivo.

La alimentación es uno de los principales condicionantes del desarrollo físico y del bienestar psíquico de las personas; además incide en su rendimiento laboral e intelectual. Aquella persona que no se alimenta bien tendrá serias dificultades para mantener una buena calidad de vida. Son muchos los factores que determinan la alimentación: la disponibilidad local de productos y el tiempo necesario para adquirirlos y prepararlos; la cultura, la situación económica, la publicidad, cuestiones de índole psicológica, entre otros.

Los alimentos deben incluir fibras, minerales, vitaminas, proteínas, azúcares y grasas, ya que el cuerpo humano requiere una dieta variada. También se sabe que es bueno incorporar alimentos frescos, además de alimentos cocidos. Cuando la alimentación se torna monótona y omite alimentos esenciales muy probablemente aparecen síntomas indeseables, como cansancio, incapacidad para concentrarse e irritabilidad. Esto puede ocurrir cuando hay demasiada ingesta de calorías vacías, golosinas, comida con concentraciones de sal y de grasas, alimentos muy procesados, gaseosas, entre otras.

Se suele clasificar a los alimentos, según su función, en cuatro grandes grupos:

• Alimentos plásticos o constructores. Aportan principalmente proteínas y minerales y se requieren para ganar masa corporal. Por ejemplo: la leche, la carne y el pescado.

• Alimentos energéticos. Aportan más que nada hidratos de carbono y grasas y se necesitan para afrontar las demandas energéticas del día a día. Por ejemplo: los cereales, las harinas y el azúcar.

• Alimentos reguladores. Aportan vitaminas y minerales; estos tienen acción antioxidante y regulatoria sobre los procesos metabólicos. Por ejemplo: las verduras, las frutas y los huevos.

Cuando la alimentación no cubre en términos cuantitativos o cualitativos las demandas del organismo se produce uno de los grandes males del mundo actual: la desnutrición. Contribuyen a ella la pobreza y la iniquidad social, que aún persiste en gran parte de los países menos desarrollados del planeta

En este sentido se ha señalado la necesidad de insistir desde temprana edad en adquirir hábitos alimenticios saludables, pues solo de esa manera se podría minimizar la incidencia de los factores de riesgo que más atentan contra la salud del hombre actual, que son la hipertensión, el sobrepeso, las enfermedades cardiovasculares y neurodegenerativas.