Ejemplos de Anáfora

La anáfora (del griego ana, que significa “repetición” o “similitud”, y pherein, que significa “trasladar”) es una figura retórica que consiste en la repetición intencionada de palabras al comienzo de una frase o de un verso. Se utiliza para crear ritmo y sonoridad en el texto, así como para enfatizar una idea o para recordar y fijar un término en la memoria. Por ejemplo: “Tengo hambre, tengo frío, tengo sed”.

La anáfora también se puede aplicar mediante el uso de pronombres en indicativo (él, ella, aquel, aquella, este, esta, aquellos, aquellas, estos, estas) que reemplazan a la palabra en la oración o el verso y cumplen la misma función de repetición.

Ejemplos de anáforas

1. ¡Abajo la tiranía, abajo la opresión, abajo la monarquía!

2. Pierdo dinero, pierdo amigos, pierdo todo.

3. Ernesto, aquel que escribió grandes poemas, ha ganado un premio.

4. Corre y corre que así nunca te atraparán.

5. Romeo y Julieta están enamorados, ella sufre en soledad y él planea encontrarla.

6. La brisa entre los abedules, la brisa entre los robles, la brisa entre los nogales, la brisa entre los abetos.

7. Quien se animara a enfrentarlo, quien se animara a desafiarlo, quien se animara a confrontarlo.

8. Ya llegamos, ya nos vamos.

9. Lucharemos en las playas, lucharemos en los aeródromos, lucharemos en los campos y en las calles, lucharemos en las colinas, nunca nos rendiremos.

10. La diosa de la guerra, aquella a la que se le ofrecían sacrificios, era la más venerada.

11. Aquí están los detenidos, aquí está la policía.

12. Pensado en vos, pensando en mí, pensando en nosotros.

13. No entiendo a los que se rinden, no entiendo a los que no luchan.

14. ¡Vivan los novios, vivan los enamorados!

15. Tonto para leer, tonto para escribir, tonto para escuchar.