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Efesios 5:21-33 y Efesios 6:1-4 ¿Cuál es la idea principal del texto?

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    inesa

    Idea principal del texto Efesios 5:21-33. El matrimonio se debe basar en el amor y el respeto, se debe evitar la insensatez y lo impuro, como sucede en la unión entre Cristo y la Iglesia, así debe ser el matrimonio entre un hombre y una mujer.

    Idea principal de Efesios 6:1-4. Los hijos deben obedecer a sus padres y los padres deben educar a sus hijos según los valores de Cristo, como la verdad, sin maldad y con sencillez desde el corazón.

    Los textos de Efesios fueron realizados por el apóstol Pablo de Tarso y forman parte del Nuevo Testamento de la Biblia cristiana.

    Efesios 5:21-33

    1 Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados. 2 Y andad en amor, como también Cristo nos amó, y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor grato. 3 Pero fornicación y toda impureza, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a los santos; 4 ni palabras indecentes, ni necedades, ni relatos groseros, que no convienen; sino antes bien acciones de gracias. 5 Porque sabéis esto, que ningún fornicario, o impuro, o avaro, que es idólatra, tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. 6 Nadie os engañe con palabras vanas, porque por estas cosas viene la ira de Dios sobre los hijos de la desobediencia. 7 No seáis, pues, partícipes con ellos, 8 porque en otro tiempo erais tinieblas; pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz 9 (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, y justicia y verdad), 10 comprobando lo que es agradable al Señor. 11 Y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas, sino antes bien denunciadlas. 12 Porque es vergonzoso aun hablar de lo que ellos hacen en secreto. 13 Mas todas las cosas son visibles cuando son expuestas a la luz; porque lo que lo manifiesta todo es la luz. 14 Por lo cual dice: Despiértate, tú que duermes, y levántate de entre los muertos, y te alumbrará Cristo. 15 Mirad, pues, con cuidado cómo andéis, no como necios, sino como sabios, 16 aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. 17 Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál es la voluntad del Señor. 18 Y no os embriaguéis con vino, en lo cual hay desenfreno; antes bien, sed llenos del Espíritu, 19 hablando entre vosotros con salmos, y con himnos, y cánticos espirituales, cantando y alabando al Señor en vuestros corazones; 20 dando gracias siempre por todo al Dios y Padre, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo. 21 Someteos los unos a los otros en el temor de Dios. 22 Las casadas estén sujetas a sus propios maridos, como al Señor. 23 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia; y él es el salvador del cuerpo. 24 Así que, como la iglesia está sujeta a Cristo, así también las casadas lo estén a sus maridos en todo. 25 Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella, 26 para santificarla, habiéndola purificado en el lavamiento del agua por la palabra, 27 a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia gloriosa que no tuviera mancha ni arruga, ni cosa semejante, sino que fuese santa y sin mancha. 28 Así también los maridos deben amar a sus esposas como a sus mismos cuerpos. El que ama a su esposa, a sí mismo se ama. 29 Porque ninguno aborreció jamás a su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, como también Cristo a la iglesia; 30 porque somos miembros de su cuerpo, de su carne y de sus huesos. 31 Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se llegará a su esposa, y los dos serán una sola carne. 32 Grande es este misterio, pero yo digo esto con respecto a Cristo y a la iglesia. 33 Por tanto, cada uno de vosotros ame también a su esposa como a sí mismo; y la esposa respete a su marido.

    Efesios 6:1-4 1 Hijos, obedeced a vuestros padres en el Señor, porque esto es justo. 2 Honra a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, 3 para que te vaya bien, y seas de larga vida sobre la tierra. 4 Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos; sino criadlos en disciplina y amonestación del Señor. 5 Esclavos, obedeced a vuestros amos terrenales con temor y temblor, con sencillez de vuestro corazón, como a Cristo; 6 no sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo con ánimo la voluntad de Dios; 7 sirviendo con buena voluntad, como al Señor, y no a los hombres; 8 sabiendo que el bien que cada uno haga, eso recibirá del Señor, sea esclavo o sea libre. 9 Y vosotros, amos, haced con ellos lo mismo, dejando las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y el vuestro está en los cielos, y que para él no hay acepción de personas. 10 Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en la fuerza de su poder. 11 Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este mundo, contra las fuerzas espirituales de maldad en las regiones celestes. 13 Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia. 15 Y calzados los pies con la preparación del evangelio de paz; 16 sobre todo, tomad el escudo de la fe, con el que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos, 19 y por mí, a fin de que, al abrir la boca, me sea dada palabra para dar a conocer con osadía el misterio del evangelio, 20 por el cual soy embajador en cadenas, a fin de que osadamente hable de él, como debo hablar. 21 Y para que también vosotros sepáis mis asuntos, y lo que hago, todo os lo hará saber Tíquico, hermano amado y fiel ministro en el Señor, 22 a quien os he enviado para esto mismo, de modo que sepáis tocante a nosotros, y para que consuele vuestros corazones. 23 Paz sea a los hermanos, y amor con fe, de Dios Padre y del Señor Jesucristo. 24 La gracia sea con todos los que aman a nuestro Señor Jesucristo con sinceridad. Amén.

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