2 ejemplos de texto dramático corto

Un texto dramático es una obra teatral.

Ejemplo 1. Viaje a Roma

Personajes: LETICIA ARTURO

(LETICIA y ARTURO están estudiando en un cuarto de la casa.)

ARTURO (lee de un libro): —“La población de Italia es de unos sesenta millones de habitantes. La capital es la ciudad de Roma, donde se encuentra…” (Bosteza y deja de leer). Leti, ya me cansé de estudiar.

LETICIA: —Pero la prueba escrita es mañana, Arturo.

ARTURO: —Sí, ya lo sé. Pero siento que ya no puedo recordar nada de lo que leo.

LETICIA: —Juguemos, entonces.

ARTURO: —¿A qué?

LETICIA: —Podemos jugar a que viajamos a Italia.

ARTURO: —¿Te parece?

LETICIA: —Sí. Sería una buena idea para repasar lo que aprendimos.

ARTURO: —Muy bien.

(Ambos se ponen de pie y comienzan a pasear por el cuarto, mientras señalan hacia lugares imaginarios.)

LETICIA: —Ya llegamos a Roma, la ciudad capital.

ARTURO: —¡Mira! Allá está el Coliseo.

LETICIA: —Sí. Parece increíble que se conserve tan bien, teniendo en cuenta que fue construido hace veinte siglos.

ARTURO: —Es verdad. Es una obra imponente. ¿Sabías que también de lo conoce como Anfiteatro Flavio?

LETICIA: —No. No lo sabía. Aquí se desarrollaban las luchas de gladiadores.

ARTURO: —Y las carreras de cuadrigas. ¡Y a veces lo llenaban con agua para simular combates navales!

LETICIA: —¡Parece más divertido que el cine!

ARTURO: —Me hubiera encantado asistir a uno de esos espectáculos.

LETICIA: —El centro histórico de Roma fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980.

ARTURO: —No me sorprende. Es como una clase de historia en vivo.

LETICIA: —¡Vayamos a ver el río Tíber! ¿Te parece?

ARTURO: —Excelente idea, Leti.

LETICIA: —Y después… ¡a comer unas ricas pastas!

ARTURO: —¡Allá vamos!

(Salen por un costado.)

Ejemplo 2. El pastor mentiroso (Versión dramática basada en la fábula de Esopo)

Personajes: PEDRO LABRADOR 1 LABRADOR 2

(PEDRO es un niño que cuida ovejas. Un costado de la escena representa un lugar del prado donde él está sentado y mira fuera de escena hacia donde se supone que se encuentra el rebaño. El otro costado es un lugar del campo donde están trabajando los labradores.)

PEDRO: —¡Vamos, ovejitas! Hagan algo divertido, por favor. Estoy muy aburrido de pasarme todas las horas de todos los días sentado aquí mientras miro cómo ustedes no hacen otra cosa que no sea comer hierba. (Suspira.) Si al menos apareciera un lobo, podría dar el aviso de alerta y llamar un poco la atención. Vendría gente y nos pondríamos a conversar… (Suspira; de pronto, parece tener una idea.) ¡El lobo! ¡Eso es! Hagamos una broma con el tema del lobo… (Se pone de pie, hace bocina con las manos y grita): ¡Socorro! ¡Socorro! ¡Ayuda! ¡El lobo ataca a mi rebaño!

(Se asoman por el otro costado el LABRADOR 1 y EL LABRADOR 2, con herramientas en las manos).

LABRADOR 1: —¿Qué ocurre, Pedro?

LABRADOR 2: —¿Dónde está el lobo?

LABRADOR 1: —¿Ha hecho mucho estrago?

PEDRO (riendo): —No… No hay lobo… Gracias por venir, de todos modos. Estaba muy aburrido y tenía ganas de conversar con alguien.

LABRADOR 2 (enojado): —Estamos trabajando, muchacho.

LABRADOR 1 (también enojado): —No tenemos tiempo de conversar ahora.

LABRADOR 2: —Buen susto nos has dado.

LABRADOR 1: —Que no vuelva a suceder. ¡Adiós!

PEDRO: —Adiós… Y gracias por venir.

(El LABRADOR 1 y el LABRADOR 2 se marchan por donde entraron).

PEDRO: —Parece que los hice enojar, jajaja. ¡Qué poco sentido del humor tienen estos labradores! (Luego de unos instantes, mira sobresaltado hacia donde están las ovejas): ¿Qué es eso? ¡¡Ahora sí!! ¡El lobo se ha metido realmente entre mis ovejas! (Se pone de pie, hace bocina con las manos y grita): —¡Socorro! ¡Socorro! ¡Ayuda! ¡El lobo ataca a mi rebaño!

(Vuelven a asomarse por el otro costado el LABRADOR 1 y el LABRADOR 2, pero no avanzan hacia donde está PEDRO; conversan entre ellos).

LABRADOR 1: —¡Ese chiquilín! Parece que está aburrido otra vez.

LABRADOR 2: —Pero, en esta oportunidad, no logrará que caigamos en su tonto juego.

PEDRO (no los ve desde donde está y sigue pidiendo ayuda): —¡Socorro! ¡El lobo se come a mis ovejitas! ¡Auxilio! (Se toma la cabeza.) ¡Oh! Ya es tarde. No ha quedado una sola oveja viva.

LABRADOR 1: —¡Cosas de muchachos!

LABRADOR 2: —Volvamos a trabajar.

(El LABRADOR 1 y el LABRADOR 2 se van por donde entraron.)

PEDRO (muy triste): —Esto me pasa por hacer bromas con asuntos serios… Ahora he perdido mi rebaño. (Se va.)