¿Cuáles son las 8 bienaventuranzas?

Las 9 bienaventuranzas son:

1. “Bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.” Se refiere a los que se privan de algo en su favor para socorrer a quien lo necesita, desde la honradez y la justicia.

2. "Bienaventurados los mansos, porque ellos poseerán en herencia la tierra." Se refiere a los que son tranquilos y buenos, con fortaleza y sin violencia.

3. "Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados." Se refiere a los que comprenden que el dolor es parte de la vida y, a pesar de su intensidad, no dejan de tener fe en Dios.

4. "Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados." Se refiere a los que siempre defienden y dan a cada quien lo que le corresponde.

5. "Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia." Se refiere a los que sienten compasión, ofrecen su ayuda y perdonan.

6. "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios." Se refiere a los que sienten y manifiestan el bien en todas sus formas de manera desinteresada.

7. "Bienaventurados los que buscan la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios." Se refiere a los que no acuden a la violencia o a la guerra para solucionar los conflictos.

8. "Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el Reino de los cielos." Se refiere a los valerosos que se oponen al mal en todas sus formas.

9. "Bienaventurados seréis cuando os injurien, os persigan y digan con mentira toda clase de mal contra vosotros por mi causa. Alegraos y regocijaos porque vuestra recompensa será grande en los cielos." Se refiere a los que mantienen su fe en Dios, a pesar de la desaprobación o agresión por quienes piensan diferente y de manera violenta.

Las bienaventuranzas están incluidas en el Nuevo Testamento (Mateo, capítulo 5). Son parte de la enseñanza de la Iglesia católica y constituyen la parte central de la palabra que predicaba Jesús. Expresan esperanza y bendiciones para afrontar las dificultades.