Causas y consecuencias de la Intervención Francesa y el Segundo Imperio.

Causas de la Segunda intervención francesa y el Segundo Imperio mexicano:

• La suspensión de los pagos de la deuda externa de México. La medida, dispuesta en 1861 por Benito Juárez, presidente de México, respondía a la frágil situación económica en que se encontraba el país luego de la Guerra de Reforma (1857-1860), que había enfrentado a liberales y conservadores. Los países más afectados por la suspensión fueron Gran Bretaña, España y Francia.
• La resistencia de los sectores conservadores a aceptar la derrota sufrida en la Guerra de Reforma a manos de los liberales y el rechazo al gobierno de Benito Juárez. Este llevó adelante las reformas consagradas en la Constitución de 1857, entre ellas la separación de la Iglesia y el Estado y la eliminación de los fueros militares y eclesiásticos.
• Las ambiciones expansionistas de Napoleón III, emperador de los franceses desde 1852, quien deseaba expandir sus dominios de ultramar, con el objetivo de obtener materias primas y ampliar los mercados y el intercambio comercial de Francia.
• Junto con el punto anterior, el anhelo de Napoleón III de limitar el crecimiento y la influencia de Estados Unidos en México.

Consecuencias de la Segunda Intervención francesa y el Segundo Imperio mexicano:

• De manera directa, la instauración, en 1863, del Segundo Imperio, a partir de la ocupación en México, y la entronización de Maximiliano de Habsburgo como emperador de México con el nombre de Maximiliano I.
• El traslado del gobierno republicano de Benito Juárez, durante los años que duró la intervención, primero a San Luis Potosí y después a Paso del Norte (Ciudad Juárez), luego de que las tropas francesas ocuparan la ciudad de México.
• La guerra entre los republicanos y los invasores franceses, que concluyó con la victoria republicana en 1867 y el fusilamiento de Maximiliano I.
• La disolución del Partido Conservador, una vez concluida la ocupación francesa y el Segundo Imperio.

Entre 1862 y 1867 Francia ocupó el territorio mexicano. Se trató de la segunda intervención francesa en México, pues anteriormente, entre 1838 y 1839, había tenido lugar un conflicto entre ambos países, en el que Francia bloqueó los puertos mexicanos.

A diferencia de la primera intervención, en la que todos los mexicanos se manifestaron contrarios a la intrusión francesa, la segunda intervención contó, al menos en sus comienzos, con el apoyo de los sectores conservadores de México y derivó en la instauración de una monarquía, el Segundo Imperio Mexicano, cuyo trono fue ocupado por el príncipe austríaco Maximiliano de Habsburgo.