10 ejemplos de flexibilidad en la vida cotidiana.

La flexibilidad es la capacidad de una articulación del cuerpo para realizar un movimiento con la mayor amplitud posible. Esta capacidad depende tanto del tipo de articulación como de la capacidad de estiramiento de los músculos que intervienen en el movimiento. Por lo tanto, la flexibilidad es el resultado de la suma de la movilidad articular y la elasticidad muscular.

El desarrollo de la flexibilidad es fundamental en cualquier persona que realice una actividad deportiva, pero también es necesario para el bienestar físico en general, aunque no se practique un deporte. Si se ejercita la flexibilidad de manera correcta, es posible disminuir el riesgo de lesiones, aumentar la amplitud del recorrido de las articulaciones, aliviar los dolores musculares, lograr una mejor relajación y una recuperación más rápida luego del esfuerzo.

Estos son 10 ejemplos de flexibilidad en la vida cotidiana:

1. Flexionar las rodillas para recoger algo que se ha caído.
2. Estirar el brazo hacia arriba y flexionar el codo para tocarse la espalda.
3. Sentarse sobre el piso con las piernas cruzadas.
4. Subir o bajar escaleras.
5. Inclinarse para tender la cama.
6. Estirar el brazo para alcanzar un objeto en una alacena alta.
7. Hacer girar la manivela de una polea.
8. Tocarse la punta de los dedos de los pies con las manos sin flexionar las rodillas.
9. Rotar el tronco cuando se está sentado en una silla.
10. Hacer estiramiento de gemelos luego de correr.

Otros 5 ejemplos que pueden agregarse a la lista anterior son:

11. Realizar movimientos de baile. 12. Extender ambos brazos hacia los costados y moverlos en círculos desde los hombros. 13. Hacer rotar la cadera hacia un lado y hacia otro. 14. Tocar el pecho con el mentón para estirar la parte posterior del cuello. 15. Llevar la oreja derecha hacia el hombro derecho para estirar el lado izquierdo del cuello.