El pueblo montubio fue reconocido por el Estado ecuatoriano
a. Desde la Colonia.
b. Con la Revolución liberal.
c. En la Independencia.
d. En el año 2001.

La respuesta correcta es la d): El pueblo montubio fue reconocido por el Estado ecuatoriano en el año 2001.

El pueblo montubio es un pueblo campesino que habita en las regiones rurales de las costas del Ecuador. Su nombre alude al monte, el ambiente del cual es oriundo y con el que se identifica profundamente. Lon montubios se caracterizan por su gran destreza como jinetes. Su instrumento típico es el machete, que emplean tanto como herramienta en las labores agrícolas como arma de defensa.

El origen del pueblo montubio se remonta a la época colonial, cuando se produjo el cruce étnico entre indígenas, europeos y africanos. Posteriormente, miembros de otras etnias (eslavos, árabes) incrementaron el mestizaje. La identidad de los montubios se consolidó entre los siglos XVII y XVIII. Durante la guerra de Independencia lucharon en el ejército revolucionario. En los combates se puso de manifiesto su habilidad en el manejo del caballo y su gran bravura. Tras la independencia, intervinieron en las luchas entre liberales y conservadores, como miembros de las montoneras (como se conoció a las milicias irregulares de jinetes). Su participación fue decisiva para el triunfo de la Revolución liberal de 1895, comandada por el general Eloy Alfaro.

El pueblo montubio fue reconocido legalmente por el Estado ecuatoriano a través del decreto 1394 del 30 de marzo de 2001. Más tarde, en la Constitución de 2008, fueron incluidos entre los pueblos integrantes del Estado ecuatoriano (artículo 56):

Las comunidades, pueblos, y nacionalidades indígenas, el pueblo afroecuatoriano, el pueblo montubio y las comunas forman parte del Estado ecuatoriano, único e indivisible.

En el artículo 59 de la misma Constitución, se reconocen sus derechos:

Se reconocen los derechos colectivos de los pueblos montubios para garantizar su proceso de desarrollo humano integral, sustentable y sostenible, las políticas y estrategias para su progreso y sus formas de administración asociativa, a partir del conocimiento de su realidad y el respeto a su cultura, identidad y visión propia, de acuerdo con la ley.