Implicaciones sociales y económicas del crecimiento, composición y distribución de la población en el mundo y México.

Implicaciones sociales y económicas del crecimiento de la población:

• El rápido crecimiento de la población puede provocar problemas de vivienda (hacinamiento), como así también dificultades en el acceso a la educación y a los servicios de salud, que no llegan a toda la población, lo que conduce a un aumento del analfabetismo y de la mortalidad infantil.
• El rápido crecimiento poblacional también implica el uso de una mayor cantidad de recursos (alimentos, agua, etc.), lo que puede conducir a la sobreexplotación de esos recursos.
• Un crecimiento poblacional medio favorece el sostenimiento y el mejoramiento de las condiciones de vida de las personas, ya que es más probable que puedan satisfacerse las necesidades básicas de todos (vivienda, educación, salud, etc.) y prever la asistencia del Estado durante los períodos de baja actividad económica que puedan producirse.
• Un bajo crecimiento poblacional provoca una caída de la actividad económica y, a largo plazo, una menor oferta de bienes y servicios, ya que disminuye su demanda.

Implicaciones sociales y económicas de la distribución de la población:

• El aumento de la población urbana provoca problemas de empleo, vivienda, higiene y seguridad en las ciudades.
• La disminución de la población rural genera escasez de mano de obra en estas zonas y el abandono de los pueblos que se hallan dispersos en el campo, que quedan de este modo aislados e incomunicados.

Implicaciones sociales y económicas de la composición de la población:

• El aumento de la población joven y la diminución de la población anciana implica una mayor disponibilidad de personas en condiciones de trabajar, lo que favorece el crecimiento económico y hace que resulte más fácil para el Estado sostener a las personas que se han retirado de la actividad laboral. Asimismo, se genera una mayor oferta de servicios destinados a la población joven (actividades deportivas, eventos musicales, centros vacacionales) y se favorece el aumento de los establecmientos educativos.
• Por el contrario, cuando la población joven disminuye y aumenta la población anciana, se produce una disminución de la actividad económica, de manera que resulta más difícil al Estado asistir a las personas que no están en condiciones de trabajar. Asimismo, hay un aumento del uso de los servicios de salud, dado que las personas mayores son las que más recurren a ellos.

Para analizar la población y sus cambios en el tiempo se usan habitualmente los criterios de crecimiento, composición y distribución.

• El crecimiento se relaciona con el aumento general de la población. En los últimos tiempos, debido a los desarrollos en tecnología y salud, este ha sido muy grande: se calcula que la población mundial es, en la actualidad, siete veces mayor que la de hace dos siglos.
• La composición se relaciona con las características de la población teniendo en cuenta la edad y el sexo. Por lo tanto, se estudia mediante estadísticas que analizan la cantidad de mujeres y varones, así como la de niños, jóvenes, adultos y personas de edad avanzada. En la actualidad, se observa un aumento en la tasa de natalidad y una disminución en la tasa de mortalidad.
• La distribución se relaciona con el análisis de la concentración de la población. Se mide considerando la densidad de población, es decir, la cantidad de habitantes que hay, en promedio, en 1 kilómetro cuadrado. En la actualidad se observa una gran concentración de la población en zonas urbanas, que coincide con la disminución en las zonas rurales.