Ejemplos de prosopopeya

La prosopopeya, también conocida como personificación, es un recurso retórico muy utilizado que consiste en dotar con virtudes de seres humanas a objetos, cosas abstractas o animales.

Algunos ejemplos de prosopopeya son:

• El sol nos sonreía dulcemente mientras se despedía.

• La ciudad esperó dormida la llegada del rey.

• Los autos comenzaron a toser más temprano que lo habitual.

• La muerte se acercaba lentamente, podíamos sentir su frialdad.

• Las estrellas escuchaban con impaciencia las historias que contaba el héroe.

• El río nos bañaba y peinaba cuando éramos niños, para nosotros era como una madre.

• La vieja máquina de escribir de mi abuelo solía quejarse por las noches, ya era tarde para ella y deseaba descansar temprano.

• Las hojas del otoño bailaban alegremente cuando el viento les susurraba al oído canciones de amor.

• El mar grita con furia por las noches, cuando la luna se burla de él.

• Las sombras nos perseguían recelosas, temían que huyamos y las dejáramos atrás.

• Mi guitarra canta solo la verdad, suele enfurecerse cuando la acusan de embustera.

• A las flores de mi jardín todos los años les gusta cambiarse de vestido y elegir un nuevo perfume.

• El reloj no hace más que apresurarme.

• Esta mañana triste, la lluvia prefirió bajar para acompañar a sus amigas las margaritas.

• Patria, tú me amas tanto que nunca me dejarás partir sin ti.

• En el atardecer las magnolias de la plaza me cuentan sus penas y lloran amargamente las desgracias del día.

• El temor llegó y nos abrazó inesperadamente.

• Los primeros rayos del sol se colaban por nuestras ventanas y nos acariciaban dulcemente.

• Muchas veces no escuchamos lo que el viento viene a contarnos.

• El rocío de esta mañana tiritaba de frío.

• El árbol acariciaba dulcemente a la mujer que se posaba sobre ella todas las tardes.

• Llora la muerte desconsolada cuando no haya compañía.