10 acciones para cuidar el medio ambiente

Acciones que contribuyen a cuidar el medio ambiente:

1. Separar los residuos entre materiales reutilizables (como una bolsa que se puede lavar y volver a usar), reciclables (para ser procesados y convertirse en una nueva materia prima) y en basura, es decir, materiales orgánicos e inorgánicos que se desintegran o no resultan tóxicos para el medio ambiente. Los deshechos tóxicos, como las baterías, deben ser enviados a lugares idóneos para su correcto desuso.

2. Evitar dejar conectados los enchufes a la energía eléctrica cuando no están activos con un dispositivo, porque de igual manera consumen algo de energía aunque no esté en funcionamiento. Por ejemplo: el cargador del celular que no está conectado al móvil, también consume energía.

3. Elegir productos que permitan conocer su trazabilidad, es decir, cómo se obtuvieron las materias primas, de qué está compuesto y quienes lo fabricaron. Ese tipo de elecciones contribuyen a compras más conscientes que preservan los recursos naturales, la calidad laboral de los empleados y la calidad de lo que se consume. Por ejemplo: el aceite de palma que está presente en diversos alimentos procesados, como salsas, galletas, panificados, chocolates, entre otros. Se obtiene de la fruta de la palma y, debido al intenso nivel de producción, se practica un alto nivel de deforestación de palmas. Además, el consumo en exceso de aceite de palma es perjudicial para la salud.

4. Reducir el uso de plásticos de un solo uso, como platos, utensilios, vasos, botellas (que tardan unos 100 años en degradarse), vasos y envoltorios térmicos (que tardan unos 1000 años en degradarse) y tan solo son utilizados por las personas durante unos minutos. Pueden ser reemplazadas por materiales nobles y que contribuyan al cuidado del medio ambiente.

5. Elegir el transporte público o la bicicleta siempre que sea posible, para evitar el uso de automóviles o vehículos que producen emisiones tóxicas a la atmósfera y, en consecuencia, afectan el equilibrio del ecosistema.

6. Plantar árboles y plantas nativas contribuyen a recomponer la biodiversidad, debido a que proveen de alimento a los animales autóctonos. La proliferación de plantas que no son autóctonas pueden destruir a la flora local y al no tener las características adecuadas para contribuir a la vida de las especies animales autóctonas, estos se ven obligados a migrar en búsqueda de alimento o se mueren, por lo que el ecosistema se altera de manera radical y, en algunos casos, de manera irreversible.

7. Consumir productos para el cuidado corporal o de belleza que no contengan ingredientes de origen animal ni estén testeados en animales. La ciencia y la tecnología han avanzado lo suficiente como para prescindir de esas prácticas que, en definitiva, se emplean para testear productos con componentes que pueden resultar tóxicos ante un consumo prolongado.

8. Disminuir el consumo de carne y derivados que provienen de la explotación animal. La ganadería intensiva a gran escala no se produce en campos de pastizales, sino en granjas industrializadas en las que los animales son alimentados a base de granos. Genera una elevada contaminación durante el proceso de producción por la gran cantidad de desechos de los animales concentrados en un acotado espacio, los químicos y medicamentos que emplean para preservar la higiene de las instalaciones y la vida de los animales que se enferman y sufren graves dolencias por la vida en hacinamiento.

9. Los monocultivos o agricultura a gran escala destruyen la fertilidad de los suelos por no dejar descansar entre cada cosecha, por el uso de sustancias tóxicas para que las plantaciones tan grandes, sobrevivan a las adversidades del clima y plagas. La principal razón de los monocultivos es producir granos para elaborar alimento balanceado para la producción ganadera, no es solo para poder abastecer a la humanidad de granos. Por eso, el sistema agro-ganadero es una de las principales causas del desequilibrio ambiental.

10. Exigir a los Estados que implementen políticas de urgencia para cuidar y conservar el medio ambiente, desde los estándares de producción para las industrias y la “responsabilidad social empresaria”, el correcto descarte y el adecuado procesamiento de los residuos tanto de los consumidores como de las organizaciones e industrias, de la implementación de leyes que protejan los suelos, recursos naturales y territorios nativos de la nación, entre varios reclamos.

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