Diferencias entre monarquía, república e imperio.

La monarquía es un tipo de gobierno en el que el Estado está conformado por una sola familia que se perpetúa en el poder por medio del linaje. La palabra “monarquía” proviene del griego y significa “gobierno de uno solo”.

La soberanía reside en el rey, también denominado monarca, quien tiene dominio sobre los súbditos de su reino. En la mayoría de los casos, el rey está asesorado por una Corte, un Senado o algún grupo de aristócratas. Existen distintos tipos de monarquía, entre ellas, la parlamentaria, la absoluta, la liberal y la representativa.

Una república, por el contrario, es un tipo de organización del Estado cuya máxima autoridad es elegida por los ciudadanos o por un Parlamento, y su mandato no es vitalicio, como en el caso de los reyes, sino que dura un período determinado de tiempo.

Es por eso que, en este caso, la soberanía reside en el pueblo, dado que es este quien elige a todos sus representantes (ya sea de manera directa o indirecta). Ya no se hablará de un reino sino de una nación, donde los habitantes son ciudadanos y no súbditos. A diferencia de los tipos de gobierno autoritarios o tiránicos, la república es una forma de gobierno que se supone que está regida por el bien común, la justicia y la igualdad.

Finalmente, un imperio es una organización política que busca extender su dominio hacia otros pueblos y el poder está centralizado en la figura del emperador. Este es un cargo vitalicio y tiene a bajo su responsabilidad tanto el gobierno como el comando del ejército que lleva adelante las misiones de expansión.

De este modo, el imperio va anexando otros territorios, donde suele imponer una lengua, una cultura y una actividad económica que se corresponden con los intereses de la metrópoli. La sucesión no se da de manera natural a través del linaje, como ocurre con la monarquía, sino que cada emperador elige a la persona que lo sucederá en el cargo.