5 ejemplos de inclusión

Estos son cinco ejemplos de inclusión:

1. Permitir el acceso a los puestos de trabajo para cualquier persona que está capacitada para desempeñarlo, sin importar su raza, género, condición social o religión.
2. Implementar la obligatoriedad de la educación para todos los niños y niñas.
3. Llevar a cabo campañas de vacunación para que toda la población pueda cumplimentar con el calendario obligatorio.
4. Colocar rampas de acceso y elevadores en oficinas públicas, escuelas, universidades, hospitales, museos y bibliotecas, para permitir el acceso de personas que deben desplazarse en sillas de ruedas.
5. Impulsar la libre convivencia de las costumbres de la población nativa y las de las poblaciones inmigrantes.

Otros cinco ejemplos de inclusión:

1. Aceptar las creencias y las prácticas de las diversas religiones.

2. Promover campañas para que todos los estudiantes tengan acceso a libros de texto y otros materiales de estudio.

3. Mantener una convivencia armoniosa y libre de prejuicios con las personas que se identifican con las distintas identidades de género y orientaciones sexuales.

4. Habilitar la participación democrática de todas las ideologías a través del sistema de partidos políticos.

5. Dar oportunidades de acceso al estudio, a la movilidad y al trabajo para personas que tienen alguna discapacidad.

La inclusión y la posibilidad de participación de todos los sectores que integran la población constituyen la clave para la integración de la sociedad y para la consolidación de un régimen democrático. La inclusión social es un concepto que se encuentra estrechamente relacionado con el de equidad.

Según el Banco Mundial, la inclusión social es el “proceso de empoderamiento de personas y grupos para que participen en la sociedad y aprovechen sus oportunidades. Da voz a las personas en las decisiones que influyen en su vida a fin de que puedan gozar de igual acceso a los mercados, los servicios y los espacios políticos, sociales y físicos”.

La CEPAL (Comisión Económica para América Latina), por su parte, caracteriza la inclusión social como el modo “por el cual se alcanza la igualdad, y como un proceso para cerrar las brechas en cuanto a la productividad, a las capacidades (educación) y el empleo, la segmentación laboral, y la informalidad, que resultan ser las principales causas de la inequidad”.