Escribo la intención y el argumento del texto "Instrucciones para dar cuerda al reloj" de Cortázar.

El texto "Instrucciones para dar cuerda al reloj" de Julio Cortázar es una reflexión sobre el paso del tiempo y la muerte.

El relato es muy breve y su argumento se basa en una persona a quien le han regalado un reloj y debe darle cuerda. Así, tal como suele suceder con las instrucciones, el narrador usa verbos en imperativo para explicar y guiar paso a paso al usuario del reloj para que pueda darle cuerda y este comience a funcionar. Luego, el texto tomará otra profundidad.

En un principio, se podría decir que el relato comienza con una intencionalidad humorística, puesto que se inicia con una frase que interpela al lector para que no tenga miedo y se anime a darle cuerda al reloj, algo que rozaría lo absurdo: “Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente”. Sin embargo, a medida que avanza el texto, se observa que el hecho de darle cuerda al reloj no es solamente la acción literal de ponerlo en funcionamiento, sino que a partir de esto se desarrollará una reflexión de otra naturaleza.

Así, el narrador continúa del siguiente modo, para referirse de una manera más amplia al paso del tiempo: “Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan”. Es como si el hecho mismo de darle cuerda al reloj pusiera el tiempo en movimiento.

Esto lleva a que se aborde el tema del miedo al paso del tiempo y a la muerte. De este modo, el narrador exhorta al usuario del reloj a que lo ate a su muñeca y lo deje “latir en libertad”, para luego aconsejarle: “imítelo anhelante”. Lo que se busca transmitir es que se debe vivir el presente con todas las cosas buenas que nos ofrece la vida, en lugar de estar pensando en el futuro y en la inevitabilidad de la muerte, que nos llenaría de miedo y no nos dejaría actuar: “El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes”.

Finalmente, el mensaje se hace más explícito en la última frase del texto: “Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa”. Aquí el narrador lleva al lector a reflexionar sobre el hecho de que la muerte es algo que sucederá independientemente de lo que hagamos, más allá de que corramos o no para llegar a destino, por lo cual debemos dejar de temerle, puesto que nada de lo vinculado con ella depende de nosotros. Lo único importante es trascurrir el tiempo que tenemos de la mejor manera posible.

Todo esto da la pauta de que estas instrucciones para dar cuerda a un reloj en realidad tienen la intención de ofrecer “instrucciones” para no temer el paso del tiempo y la muerte como su consecuencia inevitable. Así, el reloj en este relato es en realidad un elemento que funciona como metáfora del tiempo mismo.