¿Qué solicitaban los campesinos al señor feudal?

Durante la Edad Media, los campesinos solicitaban al señor feudal permiso para trabajar las tierras que le pertenecían. A cambio, le entregaban una parte de la cosecha. Por su parte, el señor feudal les aseguraba protección.

Entre los siglos XI y XIV, en la parte occidental de Europa se instauró un sistema llamado feudalismo. En ese sistema, el poder político y económico estaba en manos de una minoría de señores. Los señores podían ser laicos o eclesiásticos, y cobraban importantes tributos a la mayoría de la población, que era campesina.

Un señor feudal ejercía su poder sobre un espacio muy reducido si se lo compara con la extensión de un distrito de la actualidad. El señor solamente podía controlar a la población que habitaba en las proximidades del castillo. Sus enviados recorrían a caballo todos los dominios del señor y, con sus armas y sus caballos, generaban temor entre los campesinos para obligarlos a pagar los tributos. A cambio, los campesinos solicitaban al señor feudal que les permitiera trabajar sus tierras, ya que todo el terreno del feudo le pertenecía a este.

Con lo que los campesinos obtenían de sus tareas de labranza, usaban una parte para su sustento y le entregaban el resto al señor. Esto significa que los campesinos no solo debían producir lo que necesitaban para alimentarse, sino también un excedente, para pagarle al señor al que obedecían. Además, los campesinos le solicitaban protección al señor feudal.

El señor feudal y su séquito eran considerados caballeros, pues se dedicaban a la guerra y combatían montados en caballos. En esa época, los castillos y las tierras que los rodeaban estaban bajo la constante amenaza de otros señores feudales y también de pueblos invasores, como los vikingos, los húngaros y los sarracenos.

Por último, como los campesinos tenían la condición de siervos, debían pedir autorización al señor si querían casarse con una persona de otro feudo.