Tipos de enfermedades mentales

En la actualidad, las enfermedades mentales son denominadas desorden psicológico o mental. Consisten en trastornos en los que la mente no se encuentra en un estado de normalidad y equilibrio, y los síntomas son muy diversos y suelen manifestarse a través de alteraciones emocionales y en el carácter.

Los principales tipos de desórdenes mentales son:

• Narcisismo. Consiste en desórdenes de la personalidad, en el que la persona tiene la necesidad de ser el centro de atención, buscan el prestigio y admiración de los demás. Se consideran a ellos mismo como seres especiales. A estas personas suele no interesarles el estado de ánimo de los demás y son muy envidiosos de los méritos y éxitos ajenos.

• Demencia. Consiste en la degradación gradual de las capacidades intelectuales. La persona suele perder facultades de atención, de la memoria e, incluso, la capacidad de pensar en abstracto. Algunos de los síntomas son: la imposibilidad de resolver cuestiones básicas y corrientes, como abrir puertas o vestirse. Por ejemplo: demencia vascular o la enfermedad de Alzheimer.

• Manía. Consiste en un trastorno que suele desarrollarse durante breves lapsos de tiempo. La persona puede sentir una gran alegría repentina, tiende a ser impulsiva y charlatana, además de exaltada y gruñona. Si es que logra conciliar el sueño, lo hará por pocas horas. Algunas de las consecuencias, en gran parte por la impulsividad, puede ser el consumo de sustancias como drogas o alcohol, compras innecesarias, entre otros.

• Paranoia. Consiste en desórdenes psicológicos que se caracterizan por la falta de confianza y recelo constante. La persona se cree víctima de los sentimientos negativos de otros individuos. Se ha descubierto que muchas personas del sexo masculino y que maltratan a sus parejas, sufren esta enfermedad psicológica. Los paranoicos que, además sufren esquizofrenia, se sienten asechados por agentes del estado, conocidos o incluso seres de otros planetas. Otras veces suelen sentirse personas extraordinarias e incluso superiores a los demás.

• Desorden Facticio. Consiste en desórdenes psicológicos en los que, la persona, puede inventar otra clase de enfermedades para atraer la atención del personal médico, ciertas veces con el fin de acceder a drogas. Este tipo de pacientes suele ser agresivo y no responde a los interrogatorios de manera directa.

• Depresión. Consiste en desórdenes psicológicos y emocionales, y pueden ser muy peligrosos, en especial, si la persona se siente desesperanzada y solitaria. Suele afectar a personas que se caracterizan por ser muy nerviosas y ansiosas cuando, de repente, cambian de manera abrupta su ritmo de vida. El desorden también se relaciona con la mala alimentación.

• Hipocondría. Consiste en una enfermedad neurótica. La persona orienta sus sentimientos obsesivos hacia una enfermedad y se autoconvence de sufrir un determinado malestar, a pesar de que los especialistas demuestren que el paciente está equivocado. Estas personas dedican gran parte de su sus ingresos y tiempo en realizarse análisis y otro tipo de pruebas, además de visitar médicos regularmente. La relación médico-paciente puede terminar siendo muy difícil, debido a la intensidad y el nivel de negación del paciente.

• Estrés. Consiste en un intenso nivel de tensión en el que la persona sufre por estar ante situaciones críticas. Puede ocurrir porque no se siente capaz de enfrentar la situación o por los riegos que la misma implique. Los síntomas más comunes se expresan mediante el nerviosismo y la inquietud.

• Neurosis. Consiste en fallas en el sistema nervioso pero no se evidencian cambios en la personalidad. Suelen manifestarse a través de la obsesión por evitar ciertas cosas o no poder adaptarse al entorno social con otras personas. Por ejemplo: los ataques de fobia o pánico, el estrés post traumático o los desórdenes de tipo obsesivo compulsivo.