¿En qué aspectos las transformaciones que sufre el agua en el ciclo hidrológico benefician a los seres vivos?

Las transformaciones que sufre el agua en el ciclo hidrológico benefician a los seres vivos en los siguientes aspectos:

1. El agua es fundamental para las funciones de los seres vivos. Gran parte de la masa de un organismo corresponde al agua: cada célula tiene alrededor de un 70 % de agua. Ese es el motivo por el que los seres vivos necesitamos agua dulce para sobrevivir.

2. Las lluvias proveen a las plantas del agua que estas absorben del suelo a través de las raíces.

3. El agua funciona como solvente de sales minerales que son necesarias para las plantas.

4. El vapor de agua de la atmósfera contribuye a equilibrar el clima.

5. Las nubes que se forman cuando el vapor de agua asciende funcionan como un filtro adicional que protege a los seres vivos de los rayos solares.

6. Los ambientes con gran volumen de lluvias y alto porcentaje de humedad atmosférica (las selvas tropicales) son los ecosistemas terrestres con mayor biodiversidad del planeta.

7. El agua de las lluvias, junto con la nieve de las altas cumbres, al fundirse en la época de deshielo, alimentan el caudal de los ríos, que transportan agua a lo largo de todo su curso y constituyen una fuente de agua para los seres vivos.

Se denomina ciclo del agua (o ciclo hidrológico) a la serie continua de transformaciones que atraviesa el agua en la naturaleza. Este ciclo está impulsado por la energía solar.

1. Al calentar la superficie del océano y otras aguas superficiales, el sol hace que el agua líquida de la superficie terrestre (océanos, ríos, lagos, lagunas) se evapore, es decir, pase al estado gaseoso. Así, el agua pasa a la atmósfera en forma de vapor de agua.
2. El vapor de agua asciende en la atmósfera y forma nubes, donde se condensa en torno a partículas de polvo y vuelve al estado líquido.
3. Por efecto de la fuerza de gravedad, el agua que se ha condensado en las nubes finalmente cae como precipitación, en forma de lluvia o de nieve.
4. Cuando la precipitación llega a la superficie de la tierra, puede evaporarse de nuevo, fluir sobre la superficie o filtrarse en el suelo.
5. El agua en los niveles superiores del suelo puede ser absorbida por las raíces de las plantas. Las plantas usan una parte del agua para sus procesos biológicos (por ejemplo, como uno de los insumos para producir su alimento en la fotosíntesis). A su vez, el agua que se encuentra en sus tejidos habitualmente pasa al cuerpo de los animales cuando estos se comen a las plantas. Una gran parte del agua que entra en el cuerpo de la planta pasa a la atmósfera mediante la transpiración. En la transpiración, el agua se evapora a través de los estomas, unos pequeños poros que se encuentran en las hojas.
6. Los animales terrestres beben agua dulce porque la necesitan para sus procesos vitales, y la eliminan al ambiente en la orina y en la transpiración.
7. El agua que se infiltra en el suelo se acumula en los poros que hay entre las partículas que lo forman, y constituye un depósito importante de agua dulce. Cuando es poco profunda, el agua subterránea fluye a través de los poros y sale finalmente a un arroyo o un lago, donde se convierte nuevamente en agua superficial.
8. La parte del agua subterránea que se encuentra a gran profundidad puede permanecer allí durante mucho tiempo. Así se forman los acuíferos, que son depósitos de agua que generalmente son explotados por los seres humanos mediante la excavación de pozos.