Respuesta verificada
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En el Imperio de los incas, la sociedad estaba dividida en estratos y las personas no podían cambiar la posición que ocupaban en ella. Los distintos grupos que la componían pueden representarse como una pirámide. Desde la cima hasta la base, eran los siguientes:
- La nobleza real, que estaba formada por el Inca y sus familiares, los guerreros los funcionarios de mayor categoría y los sacerdotes. Tenían privilegios, como estudiar con los amautas (los sabios), vestir ropas especiales y usar joyas.
- La nobleza de provincia, que estaba formada por los curacas (nobles de menor importancia).
- Los artesanos y los campesinos, que constituían la mayoría de la población. Eran quienes producían los alimentos y las artesanías, como tejidos, cestos, cerámicas, armas y joyas.
- Los yanaconas, que eran los servidores de los nobles, y habían sido separados de su comunidad de origen por disposición de las autoridades debido a que habían cometido algún delito.
En el Imperio incaico, las tierras estaban divididas en tres categorías: las del Inca, las del Sol y las de los aillus (grupos de personas descendientes de un antepasado común). En los tres tipos de tierras, eran los campesinos quienes se encargaban de las tareas agrícolas.
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La producción de las tierras del Inca se destinaba para alimentarlo a él y a su familia, a los guerreros y a los funcionarios.
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La producción de las tierras del Sol le correspondía a los sacerdotes y estaba destinada a las ceremonias religiosas.
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Las tierras de los aillus eran repartidas anualmente por el curaca. Si un hombre se casaba o tenía un hijo, recibía una nueva parcela. Entre los incas, el trabajo era comunitario, es decir que todos los integrantes del aillu realizaban tareas (como sembrar, cosechar y criar animales) en beneficio de la comunidad.
También había otra forma de trabajo comunitario denominada “mita”. La mita consistía en una contribución periódica que debían hacer los hombres casados de entre 18 y 50 años para la realización de obras públicas. Los curacas se encargaban de organizar los contingentes de trabajadores.
Cuando en una comunidad se producía una rebelión contra el dominio incaico, las autoridades solían castigar a la comunidad rebelde trasladándola a otro lugar, con características geográficas diferentes a la suya (por ejemplo, si la rebelión la había producido una comunidad de la costa, se obligaba a esa comunidad a trasladarse a la selva).
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