¿Cuantos años duró la rebelión Cristera?

La rebelión Cristera duró casi 3 años: comenzó en julio de 1926, con la promulgación de la Ley de Tolerancia de Cultos (conocida como Ley Calles) y finalizó el 21 de junio de 1929, con la firma de un acuerdo entre el presidente Emilio Portes Gil y la jerarquía de la Iglesia Católica.

La rebelíón Cristera, también conocida como Guerra Cristera, Guerra de los Cristeros o Cristíada, fue un conflicto bélico entre el Estado mexicano y grupos de católicos, que rechazaban las duras políticas impuestas a la Iglesia. El origen del conflicto fue la entrada en vigor de la Ley de Tolerancia de Cultos (conocida como Ley Calles, por ser una iniciativa del gobierno de Plutarco Elías Calles), en julio de 1926. La ley, entre otras disposiciones:

• limitaba el número de sacerdotes,

• prohibía que hubiera sacerdotes extranjeros,

• establecía que los sacerdotes debían registrarse en cada municipio y contar una licencia del Estado para ejercer el sacerdocio.

Además de estas normas, imponía duras sanciones en caso de incumplimiento. Como consecuencia de la aplicación de la Ley Calles, se clausuraron varios templos católicos y conventos, y muchos sacerdotes extranjeros fueron expulsados. Ante estos hechos, los obispos mexicanos decidieron que se suspendieran los actos religiosos.

En 1927, el conflicto se radicalizó, con la formación de grupos de católicos armados. De la proclama “¡Viva Cristo Rey!” esgrimida por los rebeldes, proviene el nombre de cristeros, con el que se los conoció. Aunque la jerarquía de la Iglesia no apoyó oficialmente la rebelión armada, reconoció tácitamente su reclamo.

Tras dos años de enfrentamientos, el gobierno mexicano, presionado por los Estados Unidos, firmó en junio de 1929 un acuerdo con la jerarquía católica. Dicho acuerdo no modificó la ley, pero si su aplicación, más indulgente con la Iglesia.