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El alma en los labios
Medardo Ángel Silva

Cuando de nuestro amor la llama apasionada
dentro tu pecho amante contemple ya extinguida,
ya que solo por ti la vida me es amada,
el día en que me faltes, me arrancaré la vida.

Porque mi pensamiento, lleno de este cariño,
que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo.
Lejos de tus pupilas es triste como un niño
que se duerme, soñando en tu acento de arrullo.

Para envolverte en besos quisiera ser el viento
y quisiera ser todo lo que tu mano toca;
ser tu sonrisa, ser hasta tu mismo aliento
para poder estar más cerca de tu boca.

Vivo de tu palabra y eternamente espero
llamarte mía como quien espera un tesoro.
lejos de ti comprendo lo mucho que te quiero
y, besando tus cartas, ingenuamente lloro.

Perdona que no tenga palabras con que pueda
decirte la inefable pasión que me devora;
para expresar mi amor solamente me queda
rasgarme el pecho, Amada, y en tus manos de seda
¡dejar mi palpitante corazón que te adora!

El poema “El alma en los labios”, de Medardo Ángel Silva, consta de cuatro estrofas de cuatro versos cada una, y una estrofa final de cinco versos.

La rima es consonante (es decir, coinciden todos los sonidos a partir de la última vocal acentuada). En las estrofas de cuatro versos, el primero rima con el tercero y el segundo rima con el cuarto. En la estrofa de cinco versos, el primero rima con el tercero y el cuarto; el segundo rima con el quinto. El esquema es el siguiente: ABAB CDCD EFEF GHGH IJIIJ

Los versos son de catorce sílabas organizados en dos hemistiquios de siete sílabas con acento en la tercera y decimotercera sílaba (versos alejandrinos). Por ejemplo: Vi/vo/ de/ tu/ pa/la/bra // y e/ter/na/men/te es/pe/ro.

El poema manifiesta los sentimientos del poeta hacia su amada y le expresa que no puede vivir sin ella.

Para referirse a la intensidad de su pasión, emplea diversos recursos poéticos:

1. Metáfora (el amor es fuego: “de nuestro amor la llama apasionada”, “la inefable pasión que me devora”; el amor es una esclavitud: “este cariño, que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo”; la amada es un tesoro: “espero llamarte mía como quien espera un tesoro”).

2. Metonimia (“lejos de tus pupilas”, es decir, “lejos de ti”: se menciona la parte para aludir al todo).

3. Antítesis u oposición (“mi pensamiento, lleno de este cariño, que en una hora feliz me hiciera esclavo tuyo, lejos de tus pupilas es triste como un niño”: “feliz” se opone a “triste”).

4. Hipérbole o exageración (“vivo de tu palabra y eternamente espero llamarte mía”; “para expresar mi amor solamente me queda rasgarme el pecho”).