¿Cuál fue el impacto económico, político, social y cultural del colonialismo en Asia y África​?

El colonialismo europeo en Asia y África tuvo un profundo impacto económico, político, social y cultural en los pueblos dominados.

Impacto político:

• Los pueblos colonizados perdieron su autonomía: las decisiones de gobierno eran tomadas directamente en los países colonizadores (metrópolis), o bien en gobierno locales dependientes de ellos.
• Las potencias europeas fijaron límites entre los países según sus intereses, sin tener en cuenta los de los habitantes de las colonias.

Impacto económico:

• Los países europeos explotaron los recursos naturales de las regiones colonizadas.
• Se reemplazó la agricultura orientada al autoabastecimiento, caracterizada por el cultivo de gran variedad de plantas, por el monocultivo, con el fin de incrementar la producción destinada a la exportación.

Impacto social:

• Se modificó la composición de la población, como consecuencia del establecimiento de colonos provenientes de la metrópolis, la marginación de la población autóctona y, en algunos casos, su exterminio.
• Hubo una caída de la mortalidad por enfermedades debido a la introducción de la medicina europea.
• Gran parte de la población local fue utilizada como mano de obra en las actividades económicas de interés de las metrópolis, muchas veces en condiciones de semiesclavitud.
• En algunas colonias, la población local perteneciente a los estratos altos y medios pasó a desempeñar puestos en la administración colonial.

Impacto cultural:

• La lengua, la religión y muchas costumbres locales fueron reemplazadas por la de los colonizadores, quienes consideraban como parte de una “misión civilizadora” imponer los valores y tradiciones culturales de Occidente a los pueblos dominados.

En un sentido amplio, el colonialismo es el dominio que un país ejerce sobre otro territorio. Aunque desde la antigüedad ha habido muchos colonilaismos, se suele usar el término para referirse al dominio que las naciones europeas ejercieron sobre territorios de otros continentes, a partir del siglo XV. En esa época, comenzaron los largos viajes de exploración, que hicieron posible que diversas regiones de América, Asia y África se convirtieran en colonias de naciones europeas.

En los siglos siguientes, el colonialismo europeo se intensificó. Hacia fines del siglo XIX, las principales potencias europeas, junto con Estados Unidos y Japón, controlaron vastas zonas de Asia y África, en una práctica conocida como imperialismo. Dicho control se realizó de manera formal, mediante el establecimiento de una estructura política y administrativa en los dominios coloniales, o de modo indirecto, a través de la obtención del monopolio de ciertas actividades económicas, la asistencia financiera a los países dominados o la amenaza de una invasión militar.