¿Por qué los seres vivos son considerados sistemas abiertos?

La Biología considera que los seres vivos son, en primer lugar, sistemas porque, como todo sistema, están formados por un conjunto de elementos que se relacionan entre sí y hacen posible su funcionamiento. Además, son considerados sistemas abiertos, porque, al igual que otros sistemas abiertos, intercambian materia y energía con su entorno.

Por ejemplo, el cuerpo humano es, en sí mismo, un sistema, formado, a su vez, por varios subsistemas, que colaboran entre sí para que el organismo pueda llevar a cabo sus funciones vitales. Algunos de estos subsistemas son el sistema digestivo, el circulatorio, el nervioso y el endocrino. Cada uno de estos subsistemas está integrado por diversos componentes; por ejemplo, el sistema digestivo está formado por el esófago, el estómago, el intestino delgado, etc. Estos y otros órganos se relacionan para descomponer los alimentos y obtener e incorporar sus nutrientes.

Asimismo, nuestro organismo es un sistema abierto, ya que incorpora materiales y energía del ambiente y también aporta materiales y energía al ambiente. Lo primero, por ejemplo, ocurre cuando nos alimentamos; lo segundo, cuando eliminamos desechos.

A diferencia del cuerpo humano, otros sistemas son cerrados, es decir, no intercambian materia y energía. Por ejemplo, una olla a presión, mientras permanece cerrada, no recibe materia y energía del entorno, ni las aporta.