Causas, prevenciones y tratamientos para el hipo según el conocimiento popular y el conocimiento científico.

Causas, prevenciones y tratamientos para el hipo según el conocimiento popular y el conocimiento científico.

1. CAUSAS DEL HIPO

   • Según el conocimiento popular, el hipo puede ser causado por:

     Comer rápido sin masticar bien.

     Consumir bebidas gasificadas.

     Realizar un movimiento raro con el torso.

   • Según el conocimiento científico, el hipo puede ser causado por:

     Comer rápido sin masticar de manera adecuada los alimentos.

     Consumir bebidas gasificadas y alcohólicas.

     Ingerir algunos medicamentos recetados por el médico.

     Realizar un movimiento raro o inusual con nuestro torso mientras inhalamos durante la respiración.

2. PREVENCIÓN DEL HIPO.

   • Según el conocimiento popular, el hipo se puede prevenir al:

     Comer de manera tranquila y pausada.

     Evitar el exceso de bebidas gasificadas.

   • Según el conocimiento científico, el hipo se puede prevenir al:

     Masticar bien la comida antes de tragar y hacer una breve pausa entre cada bocado.

     Evitar el exceso de alcohol o de bebidas gasificadas.

     Evitar comer más de lo necesario para que el estómago pueda realizar mejor la digestión.

3. TRATAMIENTOS PARA EL HIPO

   • Según el conocimiento popular, se puede ayudar a detener el hipo al:

     Respirar y retener el aire durante varios segundos antes de exhalar.

     Realizar tres respiraciones profundas con una breve pausa entre cada inhalación.

     Respirar y exhalar muy lentamente el aire.

   • Según el conocimiento científico, se puede ayudar a detener el hipo al:

     Respirar de manera tranquila y relajada.

     Retener la respiración unos segundos y exhalar el aire de manera lenta.

El hipo, o singulto en su nombre científico, se produce porque el diafragma (un músculo que separa el tórax del abdomen) se contrae de manera involuntaria ante un estímulo o movimiento brusco en la respiración o en ciertos músculos del torso. El hipo es inofensivo y, tras el paso de unos minutos, suele desaparecer.