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Texto argumentativo sobre las clases online:
Las clases online o virtuales son una práctica educativa que se ha desarrollado mucho en los últimos años. Tiene muchas ventajas, en particular que pueden ser más cómodas y económicas, porque se pueden realizar desde el hogar. Sin embargo, hay muchas razones para sostener que no pueden remplazar a las clases presenciales.
En principio, tomar clases virtuales demanda tener una buena conexión a Internet, con suficiente velocidad y señal estable, dado que de no contar con esto la transmisión de la clase podría verse interrumpida y se perderían los contenidos, además de la incomodidad que eso genera.
A su vez, solo una buena conexión no será suficiente para tener éxito. Si los equipos que se utilizan no son modernos, es probable que presenten problemas de compatibilidad con determinados programas o formatos de archivos que se utilicen en las clases. Entonces es importante contar con tecnología buena y actualizada. Estos dos hechos relativizan el argumento que las defiende por ser más económicas que las clases presenciales.
Por otro lado, en lo que respecta a lo personal, desde siempre hemos estado habituados a aprender en contextos presenciales, de acuerdo con la educación tradicional, por lo cual el hecho de recibir grandes cantidades de información a través de una pantalla puede ser que se sienta como demasiado impersonal. A veces el contacto humano es parte del aprendizaje.
Además, estando en el propio hogar y no en un contexto específicamente adaptado para enseñar, las distracciones posibles son infinitas, lo cual hace que sea más difícil estar concentrados y recibir adecuadamente los conocimientos. En muchas ocasiones, a la distancia y con un trato impersonal, las personas van perdiendo el interés y terminan abandonando las clases.
Es por eso que, si bien en algunos momentos y en determinadas disciplinas las clases virtuales pueden ser beneficiosas, en la mayoría de los casos no pueden suplantar las ventajas que tiene la presencialidad al momento de enseñar contenidos.
Un texto argumentativo es aquel que expone una tesis de una manera razonada, lógica y coherente y que tiene como objetivo persuadir o convencer al lector acerca de algo.
Este tipo de texto presenta recursos argumentativos, pero también recursos expositivos (dado que ofrecen al lector información sobre el tema que tratan), y narrativos o retóricos (recursos formales para fortalecer el aspecto persuasivo).
Por lo general, se suelen estructurar en cuatro partes: introducción, tesis, argumentación y conclusión, como en este caso.
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