La importancia de la física

La física es la ciencia que estudia las propiedades de la materia, la energía, el tiempo, el espacio y sus interacciones y transformaciones. Es una de las ciencias más importantes de la humanidad, en la medida que es una de las que más ha contribuido a explicar fenómenos.

Dentro de ese amplio grupo se encuentra un vasto número de campos y fenómenos naturales, desde los más abarcativos hasta incluso fenómenos naturales cotidianos, para los cuales resultó de gran utilidad la explicación que aportó la física.

Es tan abarcador el espectro que atiende la física que a menudo se la considera la ciencia fundamental. Es que describe la dinámica y la configuración de las partículas que se encuentran en el universo. De este modo, todas las conclusiones de los fenómenos explicados por otras ciencias pueden ser traslados en términos de física de las partículas. La importancia de la física también puede ser medida con respecto a otras ciencias, dentro de las que se destaca la matemática.

En primer lugar, la física es una ciencia que necesariamente se complementa con las matemáticas: de hecho, la expresión física lidia con la matemática y es imposible el estudio profundo de una sin la otra.

También se relaciona en gran medida con la astronomía, y la construcción de toda la tecnología astronómica tiene una mediación casi plena de la física. Con la biología y con la química se relaciona en el proceso inverso, en el de la observación del mundo desde lo más diminuto. En ambos casos, el vínculo es a través de la ciencia de la óptica, la electricidad y el magnetismo, elementos básicos de la física tradicional.

Evolución de la física

El origen de esta disciplina se sitúa en la época en la que se hacía la interpretación natural de la filosofía, en la medida que los primeros pensadores de la historia se preguntaban también acerca de cuestiones ligadas a lo físico y lo natural: Aristóteles estudió la caída de los cuerpos, luego Ptolomeo indagó acerca de la naturaleza de la luz.

Prácticamente 1500 años después, Galileo Galilei y Nicolás Copérnico realizaron uno de los mayores aportes de la historia, al reafirmar la teoría planetaria heliocéntrica. La física a partir del siglo XVIII vivió un cambio muy notorio y pasó a dividirse según el ámbito de aplicación: lo que se conocía hasta ese momento, atravesado completamente por la teoría de la gravitación universal, formó parte de la física clásica. Luego apareció la física moderna, encargada del estudio de la relatividad, mecánica cuántica, física de partículas. Por otra parte, la física contemporánea, los estudios de la actualidad, apuntan a conceptos más sofisticados, como la teoría del caos, la mecánica estadística, la nano-física o las redes complejas.

Valor de la física en la cotidianidad

Permanentemente las personas están en contacto con elementos desprendidos del estudio de la física. Algunos ejemplos:

• El tradicional ejemplo es la gran cantidad de cuentas y operaciones que deben hacerse para tomar los recaudos necesarios a fin de que un puente o un edificio no se venga abajo.

• Los códigos de barras, la mensajería electrónica, los tratamientos médicos y cualquiera de los aparatos cotidianos a los que se recurren de manera cotidiana no hubieran sido posibles sin las aportaciones de la óptica, la electrónica o la mecánica.

• La televisión se basa en rayos catódicos, mientras que un avión se rige por principios de aerodinámica, conocimientos a su vez desprendidos de la física.

• Con respecto a las computadoras, sucede lo mismo, con un dato adicional: la combinación entre la evolución tecnológica y la física contribuyó a la inmensa explosión que permitió que cualquier computadora de hoy supere ampliamente en todo aspecto a las primeras computadoras que se difundían en Nueva York durante la década del setenta.

En síntesis, los logros de la física se encuentran prácticamente en todas las invenciones que el hombre ha realizado, y se ha consagrado como el lenguaje universal y el paradigma teórico para tratar de comprender la naturaleza de los fenómenos diarios o esporádicos.