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Estas son 10 ideas principales de la Revolución mexicana:
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Desconocer la reelección presidencial de Porfirio Díaz de 1910. Esta fue una de las principales propuestas del Plan de San Luis Potosí, el manifiesto escrito por Francisco I. Madero en el que se convocaba al país a levantarse en armas contra el gobierno dictatorial de Díaz.
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Sufragio efectivo: poner fin a la práctica institucionalizada del fraude en las elecciones, respetando la voluntad de los ciudadanos al emitir su voto.
Esta consigna formaba parte del Plan de San Luis Potosí.
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No reelección: no permitir la reelección presidencial, mecanismo del que se había valido Díaz para otorgarle una apariencia de legalidad a su perpetuación en el poder. El objetivo de eliminar la posibilidad de reelección es asegurar la alternancia en el poder. Esta idea, al igual que la anterior, es el centro de las propuestas del Plan de San Luis Potosí.
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Reforma agraria: la aplicación abusiva, por parte de los hacendados, de las leyes de la propiedad de la tierra (aprobadas durante el gobierno de Díaz) dejaron a muchos campesinos sin tierras, que se vieron obligados a trabajar en las grandes haciendas. Al respecto, el Plan de San Luis Potosí también propugnaba la restitución de las tierras que la habían sido arrebatadas a los campesinos. El Plan de Ayala, elaborado por Emiliano Zapata en 1911, y las adiciones al Plan de Guadalupe, firmado por Venustiano Carranza en 1913 y 1914, también abogaban por la reforma agraria.
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Derechos de los trabajadores: durante el porfiriato, los campesinos trabajaban en las haciendas en condiciones de semiesclavitud: no se les reconocía prácticamente ningún derecho y estaban obligados a someterse a las arbitrariedades de los capataces. Los obreros de las fábricas y los trabajadores de las minas debían soportar jornadas laborales de 14 horas o más, y cobraban muy bajos salarios. El reclamo por el reconocimiento de los derechos de los trabajadores quedó plasmado en varios documentos revolucionarios, entre ellos el Plan de Guadalupe. Finalmente, estos derechos fueron incorporados en la Constitución de 1917.
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Acceso a la educación: a comienzos del siglo XX, la gran mayoría de la población de México era campesina y no sabía leer ni escribir. La igualdad de acceso a la educación fue parte del programa de los líderes revolucionarios, entre ellos Emiliano Zapata, Pancho Villa y Venustiano Carranza. La Constitución de 1917 consagró el derecho universal a la educación y estableció su gratuidad y obligatoriedad, como así también su carácter laico.
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Municipios libres: establecer la autonomía de los municipios, de manera que estos pudieran administrar libremente sus recursos y ser gobernados por autoridades elegidas de modo directo por los vecinos, sin ninguna instancia de intermediación. Esta idea fue implementada también por Carranza, primero mediante un decreto, para luego ser incorporada en la Constitución de 1917.
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Divorcio vincular: antes de la Revolución, en México la ley solo permitía la separación de los cónyuges, pero no podían volver a contraer matrimonio. Entre las adiciones al Plan de Guadalupe se encontraba la propuesta de sancionar una ley de divorcio vincular, lo que se finalmente sucedió en 1917, cuando Carranza sancionó la Ley de Relaciones Familiares.
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Propiedad estatal de los recursos del subsuelo: durante el gobierno de Porfirio Díaz se promovieron las inversiones extranjeras destinadas a la explotación petrolera y a la minería. Con este fin, se les otorgaron a las empresas diversos beneficios, entre ellos la propiedad del subsuelo. Las líderes de la Revolución se manifestaron contrarios a esta política y, en la Constitución de 1917 se estableció la pertenencia de la propiedad del subsuelo a la nación.
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Libertad de prensa: durante la dictadura de Porfirio Díaz se persiguió toda manifestación opositora y muchos periódicos críticos de su gobierno fueron clausurados. Con la Revolución, la libertad de prensa y de opinión fue considerada uno de los pilares de la vida democrática. Al igual que otras ideas revolucionarias, la libertad de prensa adquirió rango constitucional en la Constitución de 1917.
La Revolución mexicana fue un movimiento armado que estalló en México en 1910.
El objetivo inicial de la Revolución fue poner término a la dictadura de Porfirio Díaz, militar que ejercía el poder de manera casi ininterrumpida desde 1876. Tras el derrocamiento de Díaz en 1911, surgieron conflictos entre las diversas facciones revolucionarias, que prolongaron los enfrentamientos armados durante varios años.
Se considera que la Revolución culminó en 1917, con la promulgación de una nueva Constitución, que reemplazó la establecida en 1857. Sin embargo, la inestabilidad política del país perduró durante algunos años y algunas de sus reivindicaciones, como la reforma agraria, solo se concretarían mucho después.
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