Releo la leyenda La trampa del coyote y escribo cuatro preguntas
utilizando las palabras. ¿Por qué...?. Las respondo. Reflexiono sobre las pistas que me dio la lectura para responderlas.

La trampa del coyote es una leyenda acerca de cómo los animales y los humanos lograron obtener el fuego que protegían dos brujas.

¿Por qué las brujas custodian el fuego? Las brujas custodian el fuego porque el dios Kareya no quería que los humanos ni los animales lo obtuvieran, por lo cual decidió encerrarlo en un cofre y dárselo a ellas para que lo guarden y lo protejan de todos.

¿Por qué el coyote no puede obtener el fuego en la primera visita a las brujas? El coyote había ideado la estrategia de pedirles a las brujas entrar a su casa para poder calentarse con el fuego y esperar a que se durmieran para robarlo. Sin embargo, pasa toda la noche allí y las brujas no dejan de vigilarlo ni un segundo porque no duermen jamás. Por eso no puede obtener el fuego en la primera visita y se da cuenta de que no va a ser tan sencillo.

¿Por qué el coyote le pide ayuda al humano? El coyote le pide ayuda al humano porque necesita que este funcione como elemento distractor con las brujas, de manera que él pueda robar el fuego en ese momento. Así, le dice que esa noche irá nuevamente a la casa de ellas y que él debe entrar como si quisiera robar el fuego. En medio de la confusión, el coyote se apoderará de un tizón encendido y se lo pasarán los animales uno a otro a través de una fila que han dispuesto de mayor a menor y que va desde la casa de las brujas hasta el pueblo. De este modo, lograrán pasarse el tizón hasta llegar a la rana, quien lo meterá dentro de su boca y se escapará de las brujas por debajo del agua.

¿Por qué cuando se frotan dos maderas se produce fuego, según los indígenas? Los indígenas dicen que cuando dos maderas se frotan se produce fuego porque aquella vez, cuando la rana salió del agua a la superficie con el tizón que habían robado de la casa de las brujas, lo escupió sobre un tronco seco y así pudieron finalmente obtener el fuego.