¿En qué casos puede ser útil una exposición?

Una exposición tiene como objetivo principal mostrar o enseñar algo a otras personas.

Las exposiciones pueden ser:

• Orales, en cuyo caso uno o más personas especializadas en un tema disertan sobre alguna cuestión relevante para el público a fin de instruir en la materia, aclarar dudas, compartir conocimientos, etc. Este tipo de exposiciones son frecuentes en los ámbitos académicos y políticos.

• Escritas, en cuyo caso se trata de uno o varios textos que suelen tener los mismos objetivos que una exposición oral: enseñar, informar, compartir saberes, entre las opciones más frecuentes. Este tipo de exposiciones son frecuentes en los ámbitos académicos, en géneros como el ensayo, la monografía, la tesis o el examen.

Una exposición puede ser útil en los siguientes casos:

• Un examen oral, donde quien expone lo hace con el objetivo de ser evaluado por los destinatarios de la presentación.

• Una clase escolar, donde se presenta un tema nuevo y se busca transmitir conocimientos; quien expone es el docente (figura autorizada) y los destinatarios son los estudiantes.

• Un discurso de una figura política, donde se presentan los resultados de la gestión a la población general para su conocimiento.

• Un examen escrito, donde el estudiante presenta sus conocimientos sobre un tema para ser evaluado por el o los docentes.

• Una mesa redonda, donde varios participantes especialistas en algún tema disertan sobre algo frente a otras personas que ofician de público y que reciben los saberes que se exponen.

• Un panel de discusión, donde los expositores hablan al público por turnos y luego se debate a partir de preguntas.

• Un ensayo o artículo científico, donde se transmiten conocimientos de una manera ordenada y documentada al público especializado.

• Un artículo periodístico, donde se presentan hechos de una manera lo más objetiva posible a fin de informar a los lectores acerca de un tema.