Tipos de carga

La palabra carga tiene múltiples significados, uno de ellos alude a aquellas cosas que se transportan, ya sea utilizando algún vehículo, animal o haciéndolo la propia persona. Las mercancías que se transportan para ser comercializadas, y que por tanto requieren un cuidado específico, se clasifican en los siguientes tipos:

• Carga de maquinaria pesada. Se transportan maquinarias de gran tamaño y peso, generalmente aquellas utilizadas en el ámbito de la construcción.

• Carga automotriz. Contiene aquellos materiales asociados con el transporte y la industria automotriz.

• Carga valiosa. Está compuesta por productos que presentan un valor muy elevado, como dinero, obras de arte y joyas. Para estos productos se utilizan vehículos que cuentan con seguridad especial y son transportados por varias personas.

• Carga de refrigerados. Está compuesta por artículos farmacéuticos o alimenticios, entre otros, que precisan ser transportados a la temperatura que el producto necesita mantenerse. Para estas cargas se necesitan transportes especiales que cuenten con la posibilidad de regular la temperatura.

• Carga peligrosa. Está compuesta por objetos de carácter oxidante, explosivo, inflamable, combustible, corrosivo, venenoso o radioactivo que deben ser sometidos a cuidados sumamente estrictos, debido a que, en caso de que haya algún accidente vial o falle el compartimiento en el que son trasladados, pueden afectar al medio ambiente o poner en riesgo la vida de las personas.

• Carga a granel. Está compuesta por mercancías que se trasladan en enormes cantidades, usando al vehículo en sí como su recipiente. Existen dos clases: el granel líquido y el sólido. En el primer caso, los productos están en estado gaseoso o líquido, por ejemplo, la gasolina, el petróleo y el gas natural comprimido. El granel sólido, en cambio, consiste en productos sólidos, como el cemento, la madera o el carbón.

• Carga general. Está compuesta por productos que están en estado sólido, gaseoso o líquido y no representan un peligro para las personas ni para el medio ambiente. Además, son productos que no tienen un tiempo que limite su vida y pueden estar o no embalados. Algunos ejemplos de estas cargas son las telas, ropa o calzado.