¿Cómo adaptar un cuento a una obra de teatro?

Un cuento y una obra de teatro tienen muchos rasgos en común, pero también grandes diferencias que debemos considerar para adaptar un relato al género teatral.

Para transformar un cuento en una obra de teatro, se pueden seguir estas recomendaciones:

• Estructura de la historia: en primer lugar, se debe leer con mucha atención el cuento y establecer el inicio, el nudo y el desenlace de la historia. Lo que se relate en prosa en el cuento deberá ser narrado a través de diálogos entre los personajes en la obra de teatro.

  Por otro lado, las obras de teatro se estructuran en actos y escenas, por lo cual las acciones del cuento deberán dividirse en estas partes. Un acto es una unidad narrativa completa y coherente, que suele iniciar con la apertura del telón y terminar con el cierre. Una escena, por su parte, es cada una de las partes en las que se divide un acto, y puede tener la extensión y la cantidad de personajes que el dramaturgo desee.

• Personajes: a continuación, se deben identificar y listar todos los personajes. En un cuento, los personajes se van presentando con acciones y descripciones que realiza el narrador. En una obra de teatro, en cambio, estos se presentan por sus diálogos y sus acciones, y también a través de las acotaciones marginales del autor. En esos comentarios, se puede especificar el sexo de los personajes, la edad, y todas aquellas características que se consideren relevantes para la historia. La lista completa de personajes debe aparecer al principio de la obra de teatro.

• Lugar: un cuento puede transcurrir en diferentes escenarios. Por eso es importante adaptar el lugar donde transcurre la historia. En la representación de una obra de teatro, el lugar donde suceden los hechos es el escenario, por lo cual, entre las acotaciones, del dramaturgo, deberían aparecer una descripción detallada del ambiente, de los objetos que hay en él, la iluminación y demás aspectos de la puesta en escena. Esto debe hacerse teniendo en cuenta los diferentes escenarios en los que suceden los hechos del cuento, que podrán modificarse de acto a acto.

• Acciones: esta es la parte central en la creación del guion teatral y de esto dependerá el resultado final. En los cuentos, las acciones son lo que sustenta el relato, mientras que en una obra de teatro los diálogos constituyen su estructura fundamental.

  Es por eso que en el teatro lo más importante es redactar los diálogos para cada personaje. Si hubiera que describir acciones físicas, se debe hacer a través de las acotaciones marginales.

  Es probable que algunas de las acciones del cuento no puedan ser representadas en el escenario, por lo cual es fundamental que se mencionen o que de algún modo queden claras para el espectador. Si fuera necesario, también podría utilizarse una voz en off, es decir, una especie de “narrador” externo.

• Adaptación formal del texto: por último, es necesario hacer algunas adaptaciones formales. Mientras que en el cuento las conversaciones se presentan con raya de diálogo (—) y el narrador se ocupa de indicar quién habla a través del uso de verbos de decir (por ejemplo: dijo, sostuvo, afirmó, etc.), en una obra de teatro, cada frase debe aparecer precedida del nombre del personaje que la dice. De este modo, cuando ocurre la puesta en escena, los diálogos son presentados por los actores que interpretan a los personajes.

Una vez hecho esto, el cuento quedará adaptado al género teatral.