¿Cuál es la diferencia entre el lenguaje literal y el lenguaje metafórico?

El lenguaje literal es aquel que utiliza el significado explícito de las palabras, por lo cual el mensaje se comprende de manera llana (sentido denotativo). El lenguaje metafórico, en cambio, es aquel que transmite otros significados de manera implícita (sentido connotativo).

El lenguaje literal, entonces, designa el significado real y concreto de lo que se dice. Se trata de enunciados informativos y directos, que deben interpretarse literalmente. Así, las palabras que componen las frases expresan un contenido de acuerdo con su significado corriente. Por ejemplo: Hoy es martes. Para comprender esta expresión, solo tenemos que tomar las palabras al pie de la letra y con su significado concreto.

El lenguaje metafórico, por su parte, es aquel en el cual las palabras aportan un significado distinto del que poseen originalmente. Por ejemplo: Sus labios de fresa no tienen igual. Si quisiéramos comprender esta frase en su significado literal, no tendría sentido, pues habría que comprender que la boca de la persona está hecha efectivamente de fresas. Es por eso que, en enunciados como este, se debe privilegiar el sentido metafórico por sobre el literal. Lo que se quiere transmitir es que sus labios son carnosos y rojos como una fresa.

Otra diferencia importante es que el lenguaje literal es claro y directo, y por lo general fácil de interpretar. No suele haber equívocos entre hablantes cuando se usa este tipo de lenguaje. En cambio, para usar el lenguaje figurado, es frecuente que se recurra a herramientas literarias, tales como la metáfora o la metonimia. Es por eso que las expresiones no literales o en lenguaje figurado suelen tener una interpretación más lenta y con más demanda por parte del receptor.

De todas maneras, si bien en la vida cotidiana solemos usar más el lenguaje literal y en las expresiones artísticas y literarias se utiliza más el lenguaje metafórico, los dos tipos de lenguaje se utilizan en todos los ámbitos de la vida del hombre. Sin embargo, muchas veces no lo notamos porque hay expresiones metafóricas que están muy arraigadas en el habla corriente y nos resultan naturales. Por ejemplo, cuando una persona dice que está “perdiendo el tiempo”, en realidad está recurriendo al uso de una metáfora, y es que “el tiempo es dinero”.