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Los colores del Colibrí
Cuentan que hace muchísimo tiempo, cuando el mundo recién había sido creado, todos los pájaros eran de color gris, como la ceniza. Había uno, llamado Colibrí, que no estaba nada feliz con tener ese aspecto y soñaba con un plumaje que tuviera todos los colores. Como su sueño no se hacía realidad, Colibrí se ponía cada día más triste. –¿Qué te sucede, pajarito? –le preguntó cierta vez el Sol. –Quiero tener muchos colores y, sin embargo, soy todo gris –se lamentó Colibrí. –¡Pobre criatura! –exclamó la Nube–. Me da mucha tristeza verla penar de este modo. Tan triste se sintió la Nube que comenzó a llorar por la suerte del desventurado Colibrí. Y, como el Sol estaba allí cerca, sucedió que se formó en el cielo el arcoíris. Atraído por ese bello fenómeno, Colibrí voló hacia él y hundió sus alas en las coloridas franjas. ¡Y ocurrió que, al salir del arcoíris, sus plumas habían quedado pintadas con sus siete colores! Por eso, cuentan los ancianos, el colibrí tiene el plumaje tan colorido.
Una leyenda es un relato que circula de boca en boca desde hace mucho tiempo. Generalmente, narra el origen de un animal, una planta u otro fenómeno de la naturaleza a través de una explicación en la que intervienen seres divinos o fuerzas sobrenaturales. En este caso, la leyenda explica los colores del Colibrí a través del arcoíris que formaron la Nube y el Sol.
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