1. ¿A qué reino Carlos I y Felipe II convirtieron en una gran potencia con territorios fuera de Europa?
2. ¿Qué reino alcanzó un gran poderío a finales del siglo XVI por la unificación de su monarquía?
3. ¿A qué reino sus exploraciones marítimas lo convirtieron en una potencia comercial?
4. ¿En qué reino Enrique VIII e Isabel I consolidaron el poder del monarca?

1. El reino que Carlos I y Felipe II convirtieron en una gran potencia con territorios fuera de Europa fue España. Carlos de Habsburgo (1500-1558) asumió el trono de España en 1556, con el nombre de Carlos I. En 1520, fue nombrado emperador del Sacro Imperio Romano Germánico con el nombre de Carlos V. Fue el primer monarca que reunió en su persona los reinos de Castilla y Aragón. Durante su reinado, España afianzó su presencia en América, con la conquista de México y de Perú y el avance en otras regiones del continente. Felipe II (1527-1598), hijo de Carlos I, subió al trono de España en 1556 y, a partir de 1580, reinó también en Portugal, uniendo así los dos reinos. A lo largo de su extenso reinando, el Imperio español alcanzó su máxima extensión: al dominio sobre las colonias portuguesas en América, África e India, se agregaron las islas Filipinas, colonizadas en 1565.

2. El reino que alcanzo un gran poderío a finales del siglo XVI por la unificación de su monarquía fue, como se señaló en la respuesta a la pregunta anterior, España, cuya monarquía estuvo unida a la de Portugal entre 1580 y 1640, en la figura del rey Felipe II.

3. El reino cuyas exploraciones marítimas lo convirtieron en una potencia comercial fue Portugal. Entre 1415 y 1543, los monarcas portugueses financiaron una serie de viajes de exploración con el objetivo de encontrar una ruta marítima a las Indias, en Asia. Como fruto de tales viajes, se establecieron asentamientos en las costas de África, en la India, en el Sudeste asiático y en China; al mismo tiempo, se afianzó la presencia portuguesa en América, mediante la conquista del Brasil. De este modo, Portugal se aseguró el control del comercio de especias, esclavos y oro, control que mantuvo hasta el siglo XVII, cuando los holandeses e ingleses comenzaron a disputar su poderío mercantil en Asia.

4. El reino en el que Enrique VIII e Isabel I consolidaron el poder del monarca es Inglaterra. Enrique VIII (1491-1547) rompió relaciones con la Iglesia católica y afirmó su poder nombrándose jefe supremo de la Iglesia en Inglaterra. Además, consumó la unión de Gales e Inglaterra y se coronó rey de Irlanda. Isabel I (1533-1603), hija de Enrique VIII, profundizó la ruptura con la Iglesia católica al organizar la Iglesia de Inglaterra como una entidad totalmente autónoma del catolicismo, y de la cual se declaró gobernadora suprema. Políticamente, sentó las bases que llevaron a la unión de Escocia e Inglaterra, al dejar como heredero al trono inglés a su primo Jacobo, rey de Escocia. Su reinado, además, marcó el comienzo del poderío naval británico, que se afianzaría en los años siguientes.